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Reseña de Starfield: una obra maestra de Bethesda

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25 años, cuatro generaciones de consolas y dos adquisiciones después, Bethesda nos trae, finalmente, su nueva IP de rol ahora ambientada en el espacio. ¿Está a la altura?, ¿vale la pena? Y, sobre todo, ¿sobrevive al hype? Abróchate en el cinturón en el asiento del pasajero de tu nave y descúbrelo con nuestra reseña de Starfield.

Reseña de Starfield: ¿cuál es el contexto del juego?

Starfield nace de la mano de Bethesda Game Studios, desarrolladora principal del grupo Bethesda que nos ha traído las entrañables entregas Fallout 3, New Vegas y 4,  The Elder Scrolls Morrowind, Oblivion y Skyrim y los spin-offs TS Online y el infame Fallout 74 .

Los anteriores juegos brillan por, independientemente de su ambientación medieval, nórdica o distópica-apocalíptica, reflejar y permitirte vivir de una manera realista lo que sería el involucrarte en sus mundos. Esto dejando que el mundo siga el rumbo de la historia con base en tus decisiones y, por supuesto, con lore y narrativas muy vastas y ricas.

Starfield es la primera IP de Bethesda Game Studios en 25 años, la que, según sus palabras, siempre quisieron hacer, pero la tecnología no se los permitía. En esta ocasión, todo lo que hizo grandes a Fallout y The Elder Scrolls, se espera en más de mil planetas y cientos de estrellas, como nuestro Sol, por recorrer.

Todo esto suena de maravilla, pero, entrando de lleno en materia, ¿vale la pena Starfield y está a la altura de su contexto? ¡Damos inicio a la review!

Ambientación

Como mencionamos, Starfield se sitúa en el Universo que conocemos actualmente; con nuestras limitantes. Las estrellas Alfa Centauri, Narion, Porrima, Eta Casiopea y, nuestro ‘astro rey’, el Sol, que realmente existen, están presentes, son explorables (tanto espacial como terrestremente) sin ninguna limitante mas que el combustible de tu nave. También existen estrellas creadas para el juego como Kryx o Cheyenne, que podremos visitar durante la aventura.

Pero no estamos en nuestra casa y nuestros tiempos. Nos encontramos en el año 2330, en el planeta Jemison (llamado así por Mae Jemison, la primera afrodescendiente en viajar al espacio) en el sistema Alfa Centauri.

Dicho sistema, es famoso entre la observación espacial por ser el más cercano a nuestro Sistema Solar y, también, por ser objeto de estudio de posible vida extraterrestre, dado que existe un planeta que gira alrededor de la mencionada Próxima Centauri, de Alfa Centaruri.

En Jemison se decidió crear lo que ahora es la capital de las facciones humanas, donde convergen embajadas, los poderes y los ejes centrales del comercio.

En la aventura también podremos visitar la ciudad de Cidonia, donde se encuentra la curiosa ‘cara de Marte’ y otras ciudades nuevas, como Akila, que funge como el ‘Viejo Oeste’ de Starfield.

Historia de Starfield: ¿de qué trata el juego?

En el mencionado 2330, nuestro personaje (creado a nuestro gusto, desde sus rasgos físicos como talentos y habilidades), inicia un modesto trabajo como minero en una luna alejada del sistema central Alfa Centauri. En tus labores, encuentras un extraño pedazo de mineral no reconocido que, al interactuar con él, te da dispersas visiones y sensaciones que te dejan inconsciente.

Dicho acontecimiento llama la atención de Barret, un miembro de un decadente gremio llamado ‘Constelación’. Dicho grupo tiene como misión principal, el reunir todos los fragmentos como los que encontraste, ya que, al juntarse entre sí, interactúan y van formando, lo que parece ser, un mapa o una guía desconocida.

Esto es sólo la historia principal del juego, pero fiel a la metodología de Bethesda en sus mundos abiertos, existen facciones que, a su vez, generan subtramas bastante complejas.

Las facciones del juego

Dentro de las facciones y tramas que podemos toparnos, se encuentra el Colectivo Freestar, que es la versión de los Rangers del Viejo Oeste del juego, UC Vanguard que es como ‘el CSI o FBI’ de Starfield, la Flota Carmesí que funge como la facción de piratas y delincuentes del espacio, Ryujin Industries que, como su nombre lo indica, es una empresa muy poderosa (y turbia) establecida en una ciudad de las mismas características y la mencionada Constelación.

Para seguir dichas subtramas debes unirte a las respectivas facciones y, quizá, aquí resida la mejor y más fuerte fracción de narrativa de Starfield. Al unirte y continuar las tramas de las facciones, te enteras de cosas muy intensas que te tendrán leyendo cada línea de diálogo con sumo interés.

Por ejemplo, en Ryujin Industries descubres cómo es el sucio sabotaje entre las empresas y un desconcertante plan de poner al mercado un chip que puede manipular mentes ajenas. O cómo el ataque de una terrible bestia te da el contexto de una guerra de xenoarmamento (fauna utilizada como arma biológica) y un terrible secreto de estado de, quien creías, era el organismo encargado de mantener el orden con UC Vanguard.

Cada nueva misión de una facción te mantiene al pie de tu consola o PC viendo cada detalle y demuestra cómo puede el método de subtramas enriquecer a una trama principal. No recuerdo muchos juegos que manejen tan bien este sistema como Starfield; juegos de Bethesda o en general.

La trama principal no parece seguir el mismo ritmo y, si bien siempre mantiene el interés de qué es lo que sucede al juntar los fragmentos, tiene sus notables altibajos, pero dichos ‘altos’ son bastante épicos, no lo descartes.

Lo que podría ser una pega de la trama principal, es precisamente que, después de tantas subtramas tan, pero tan sólidas, quizá la historia central del juego no logre generar lo mismo que ellas, pero nunca diría que es mala o sosa, sólo tiene sus altibajos.

El famoso ‘lore’ de los juegos de rol

Ahora, ningún juego del estudio o de rol estaría completo sin el famoso ‘lore’ que los caracteriza. Esos trozos de trama que vas ligando por tu parte al leer archivos, descripciones de objetos y diálogos sueltos de personajes. El lore de Starfield es simplemente fascinante y refuerza una extraordinaria narrativa que, en conjunto, te va a dejar totalmente atento a la trama en todo momento.

Para ejemplificar lo que el lore puede hacer a la experiencia de Starfield, mediante esta forma de narrativa nos enteramos que, en el universo del juego, en el 2050 los humanos pisan Marte. Gracias a que se llega a Marte, se descubre una antigua forma de control gravitacional que facilita el viaje estelar.

Dicho descubrimiento da un nuevo horizonte a la humanidad, con la capacidad de visitar sistemas que antes sólo existían en imágenes de telescopios potentísimos. Pero tal descubrimiento arruinaría la atmósfera de la Tierra, lo que la dejaría en estado inhabitable; el mayor descubrimiento de la humanidad sería también el que condenaría al planeta que lo vería nacer.

Así de fascinantes son las narrativas de Starfield.

La exploración en Starfield

La exploración de Starfield es uno de los más complejos elementos del juego para describir y, por supuesto, reseñar. El juego parece ser ilimitado en este aspecto y no escatima en mostrarnos que existen 1000 planetas que puedes visitar; puede ser incluso abrumadora la cantidad de estrellas, lunas y planetas que puedes ver, explorar y escanear en el juego.

Eso en general, porque al aterrizar a un planeta o luna sin datos, el juego te deja solamente con una visión general de datos o puntos de interés del planeta. Depende de ti y tu escáner el avanzar y obtener una visión más general del entorno.

En estas exploraciones terrestres, no dispondrás de dos elementos que harán de tu aventura mucho más incómoda de lo que debería ser: vehículos y mapas o minimapas. Estos son bastante extrañados en la aventura, ya que las distancias son de entre 200 metros hasta casi 2 kilómetros entre sí que deberás recorrer a pie sin mayor visión del terreno mas que la que tienes ante tus ojos.

También cabe mencionar que existe un medidor de oxígeno en el juego, que básicamente funge como una barra de estamina o resistencia. Ésta varía por distintos factores: El nivel del personaje, las habilidades desarrolladas, el traje que uses y el porcentaje de oxígeno del lugar explorado; un lugar menos oxigenado significará una reducción más rápida del oxígeno y viceversa.

El cuidar este medidor de oxígeno, que se reduce al correr, saltar, mantener la respiración en modo ‘sniper’ o nadar, hace de la exploración un proceso menos dinámico del que debería ser. Ahora, lo que exploras es sumamente interesante.

Mucho se habló de que ‘sólo 100 planetas de los 1000 existentes tendrían vida’, pero esto no significa, en ningún momento, que los planetas sean vacíos o aburridos. Proceduralmente, los planetas se van llenando de puntos de interés, eventos como aterrizajes de naves o saqueos piratas o minas, con cualquier cosa esperando dentro de ellas.

Ahora, para ir de un planeta a otro, la HUD no ayuda mucho. Lo que se te presenta es un mapa de constelación sumamente vago y confuso, que puede hacer que muchos jugadores, ni siquiera, vean el 10% de lo que te puede ofrecer Starfield en su exploración.

Una vez que logras encontrar estos puntos entre las galaxias, la forma de viajar es mediante ‘viajes rápidos’, no mediante un vuelo constante y nativo, lo que hace menos satisfactorio uno de los puntos más vendidos por la propia Bethesda para el juego: Viajar a distintos planetas.

Jugabilidad y mecánicas

Todo lo anterior parece demostrar que Starfield tiene mucho que dar, pero ¿todo eso sería relevante sin que el título se jugase bien? Pues veamos cómo juega el nuevo título exclusivo de Xbox y PC.

Starfield es un juego de rol con shooter en primera o tercera persona, a elección del jugador. Empezando por las mecánicas rol o RPG, el nuevo título de Bethesda es simplemente sublime y merece todos los halagos después de un título que parece perfeccionar lo que más nos gustaba de Fallout o The Elder Scrolls.

Desde la creación del personaje, se puede notar el inmenso detalle y la vasta profundidad que la desarrolladora implementó en el aspecto de crear y desarrollar a tu personaje; desde el primer minuto hasta el final de tu aventura. Siempre puedes abrirte camino, resolver problemas, avanzar, salir de apuros de la manera en la que has decidido enfocar tus puntos y tu personaje y eso es simplemente maestría en el género.

Pero no sólo las cosas se resuelven a tu manera, el mundo reacciona y sigue el curso dependiendo de tus acciones y decisiones. Serás buscado por las autoridades, por los piratas, verás el disgusto de tus compañeros por resoluciones, perderás eventos y encontrarás otros dependiendo de tus acciones; sólo esto hace que quieras jugar Starfield más de una vez.

Mencionando ahora la parte del shooter, se podría decir que da la impresión de que al inicio lo desarrolló Bethesda y al final ID Software, creadores de Doom o Wolfenstein (Quienes legítimamente ayudaron en el desarrollo del juego durante varias etapas al ser estudios pertenecientes a Bethesda). El juego va aumentando de complejidad, dificultad, y desafío conforme vas sumando horas y los rivales van aumentando de niveles.

Verás cómo al inicio y con los rivales de menor nivel (indicado en la parte del nombre de este) serán prácticamente carne de cañón. Pero al avanzar y encontrar rivales más álgidos, verás cómo realizan maniobras evasivas complejas, disparan desde coberturas, te rodean y hacen distintas acciones que te retarán constantemente.

Interacción, gestión y navegación por menús

Sin duda, el punto menos pulido del juego. Lo que es la mayor pega del juego y, lo que más puede llegar a enfadarte, es lo poco intuitivos, explicativos o claros que son los menús e interfaces del título.

Fácilmente puedes pasar por alto mecánicas importantísimas, como el fijado de objetivo que te ayuda a realizar algo tan importante en el título como abordar y robar o saquear naves. Está en una habilidad desbloqueable que, no estaría mal, si el juego te indicase en algún momento que es así, pero eso no sucede.

En la gestión de puestos, por ejemplo, hay demasiada poca explicación y, si bien es bastante entretenido y útil hacer puestos funcionales, los realizas de forma autodidacta y con menús rebuscados innecesariamente. Es una muy completa y entretenida mecánica que realizas a oscuras y sin mucha ayuda.

El vuelo, gestión y adquisición de naves son increíblemente complejos; necesitas casi casi un máster en gestión de naves para poder comprenderlo y sacarle provecho. Y esto no es algo negativo, para nada, es algo que te puede tener horas y horas entretenido, como un juego aparte.

La gestión de motores, escudos, armas potencia de vuelo y saltos gravitacionales es tan compleja que podría ser un juego aparte y sin duda me dejó pegado al control por muchísimas horas. Otra vez y muy lastimosamente, con una interfaz increíblemente poco explicada y con mecánicas que nunca se te explican de una forma clara, o de plano, nunca se te explican.

Durante la creación y modificación de naves, es totalmente constante ver mensajes de error como ‘hay módulos instalados que superan la clase del reactor’ o durante una batalla ‘las torretas no pueden activarse manualmente’ y nunca te dicen por qué es. Tendrás que averiguarlo tú, sabrás cómo, pero tú de forma autodidacta.

Es hasta frustrante que Bethesda tenga una mecánica de naves tan maravillosa, que puede llegar a opacar una infame gestión de información, menús e interfaces del juego.

Gráficos y aspecto visual

Otro elefante en la habitación es el de los gráficos del juego, ya que son amados por muchos, odiados por otros y, sinceramente, ignorados en cuanto críticas por otros. Para hablarlo de una manera entendible: Los gráficos de Starfield son de altibajos, con más bajos que altos siendo totalmente sinceros.

El juego en sus paisajes, planetas, lunas y sistemas se ve increíblemente bello y te ofrecerá varios de los paisajes más hermosos y que quizás hayas soñado del espacio y esos bellos planetas gaseosos con anillos y satélites que los rodean.

Pero al acercar todo, como los rostros, interiores de lugares, armas y objetos variados, se ven muy poco detallados gráficamente y como los conocíamos en los ya veteranos Fallout 3, 4 y New Vegas. Sin duda, es un juego que se disfruta más, visualmente en sus gráficos, en paisajes y no en sus cercanías.

Es aquí cuando el Creation Engine de Bethesda, que tiene enormes virtudes de físicas y amplitud para mods de la comunidad, empieza a mostrar muchísimas señas de rezago visual, ya que el juego no es para nada impresionante en cuestiones que la industria ha avanzado ya: gesticulaciones, carga poligonal y detalles de texturas en distintos aspectos.

Desempeño del juego

Seguramente, todos los que hayan jugado alguna entrega de mundo abierto de Bethesda temían por este apartado, pero les resultará muy reconfortante saber que, como se ha dicho en distintas ocasiones, es el juego de mundo abierto más pulido que ha entregado la compañía.

Esto no quiere decir que no tenga fallos y es que, como ya estamos acostumbrados últimamente, el juego tuvo un lanzamiento agridulce en PC, ya que, aunque era perfectamente jugable, no ha sido lanzado con compatibilidad DLSS de gráficos de Nvidia, lo que generó una limitante en el desempeño y aspecto del juego en su versión de la ‘Master Race’.

También se llegan a encontrar algunos crasheos, muy esporádicos, en las versiones de PC y Series S (donde se jugó el título para esta reseña), pero el juego es totalmente jugable durante la inmensa mayoría del tiempo y no te mostrará bugs o glitches que sean de consideración o que detengan tu aventura.

Aspectos técnicos

Ahora, el juego también hace cosas impresionantes como el dejar un objeto en x lugar de la nave o cualquier locación, y permanecer ahí para siempre. Que el juego pueda lograr eso, en un universo de 1000 planetas, creación procedural y constante interacción y cambios dinámicos de iluminación, es simplemente impresionante y muy útil conforme vas avanzando en la aventura.

Otro aspecto increíblemente satisfactorio del juego es la interacción de los planetas con sus estrellas centrales del sistema al que pertenecen. Esto afecta a la iluminación que tienen no sólo en su intensidad y color, sino en su comportamiento en el ambiente, temperatura, radiación que reciben y los recursos o vida que pueden tener. Algo impresionante.

Otro aspecto también llevado perfectamente es la física de gravedad de cada planeta o luna. En cada lugar los entornos, objetos y personajes actuarán de forma constante con respecto a la fuerza gravitatoria que tiene cada planeta. Es algo que hace único a cada lugar y que da una sensación de vida a los lugares que se ajusta perfectamente al juego y lo potencia enormemente.

Luego el juego nos presenta aspectos que ya no se ven tan constantemente en juegos AAA en la industria, son las infames pantallas negras de carga que constantemente se ven en Starfield. En el juego, cada vez que ingresas a un interior de carga importante, se te presenta una anticlimática pantalla negra, que hace ver al juego como uno de séptima generación en ocasiones.

Conclusión y calificación de Starfield

Starfield es un juego al que se le ven las costuras, tiene aspectos que son muy típicos de los descuidos de Bethesda y mecánicas incómodas de gestión y navegación de menús e interfaces. Sin duda, la compañía sigue cometiendo estos descuidos y en esta ocasión dan más enfado que sucedan por lo que viene a continuación.

Starfield es un juego épico, increíblemente bien cuidado en los aspectos de su rol, narrativa, lore, combate de shooter y ambientación. Un juego único de esos que generan escuela, fandom y aspectos duraderos en la industria; uno de esos juegos, como New Vegas u Oblivion que te pueden hacer amar los videojuegos y recordarte por qué inviertes tanto en este hobby.

Es sin duda un juego que no tendrá, o merezca las notas más altas bajo los estándares de crítica del 2023 por descuidos gráficos y de gestión o traslados con carga, pero que sin duda tiene tantas, pero tantas cosas buenas y tan maravillosas que opacan a esas torpezas que verás como queja en distintos medios digitales de crítica informal o especializada.

Quizá no tenga un número cercano al 100 que hayas visto en otros juegos en las últimas generaciones, pero, permíteme plantearte esta pregunta: ¿Cuántos de esos juegos con notas entre 9 o 10 por parte de los medios que hayas jugado, recuerdas o perduran hoy en día?

En mi caso y, seguramente si te dedicas a jugar Starfield después de esta reseña o por cualquier motivo, recordaremos este juego por el resto de nuestras vidas. Es uno de esos juegos imperfectos, pero que te marcan y dejan una huella imborrable en quien lo jugó y eso no sobra en la industria del 2023.

Juegos cercanos a películas y que están hechos para sacar notas muy altas de la crítica especializada existen cada vez más, pero ¿juegos que dejen huella? Esos no sobran y Starfield es uno de los más grandes exponentes de esto.

Sin duda, Starfield es un juego imperfecto pero que, lo que hace bien, lo hace tan maravillosamente bien, que perdura. En mi caso, quiero más juegos imperfectos como Starfield que muchos de esos nueves o dieces que vemos en la crítica actual.

Alfonso Gallardo

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  1. Juegos de PSP: 7 títulos que son clásicos

    septiembre 25, 2023

    […] Reseña de Starfield: una obra maestra de Bethesda […]

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